miércoles, 18 de noviembre de 2015

Contextualización del mito de la caverna

4. CONTEXTUALIZACIÓN 4.1. La obra El texto de este comentario, el mito de las caverna, es el más simbólico de Platón, el cual pertenece al libro VII del Diálogo llamado La República. Esta obra se compone de 10 libros. Exceptuando el primero que fue de redacción temprana, el resto Platón los compuso entre su primer y segundo viaje a Siracusa. Este Diálogo está considerado como una de sus obras cumbre, tanto por su riqueza de contenido ya que aborda numerosos temas, como por su extensión. El mismo Platón lo tenía como obra central, resumen de sus doctrinas esenciales, al converger en él las principales ideas de su pensamiento. La República es tenida sobre todo como una obra clásica de teoría política y de educación. Temas fundamentales son la justicia, el Estado y la educación. Con esta obra Platón responde a los sofistas estableciendo una ciencia de lo no cambiante, para lo cual necesita crear dos mundos (Mundo de las ideas y mundo de las apariencias). Y además, toma forma la idea de que el hombre que ha recibido la educación, tanto el gobernante como el que gobierna, obtiene la idea de bien. Resumiendo en La República, y especialmente en el libro VII, se expresa la idea de la creación de una ciudad cuyo objetivo es alcanzar la felicidad absoluta gracias a un gobierno justo que busca el Bien Supremo. 4.2. Sobre sus otras obras podemos hablar del Fedón, Banquete y Fedro que se sitúan, junto con el más extenso la República, en la etapa que suele llamarse de «madurez». Platón ha llegado a construir un sistema filosófico propio, que se funda en la llamada «teoría de las ideas», con una ética y una política subordinadas a una concepción metafísica idealista del universo y del ser humano. Fedón es un diálogo platónico que se ambienta en las últimas horas de vida de Sócrates, antes de ser ejecutado. Platón utiliza este cuadro para exponer sus ideas de madurez: la teoría de las Ideas, la teoría de la reminiscencia y la teoría de la metempsicosis, como elementos de una discusión sobre la inmortalidad del alma. Por teoría de la reminiscencia (anámnesis), entendemos que conocer es recordar. Se adquiere conocimiento recordando lo que el alma sabía cuándo habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer al mundo sensible y quedar encerrada en el cuerpo. El Banquete es un diálogo platónico compuesto hacia el año 380 a. C. Esta obra, junto al Fedro, conformó la idea de amor platónico. La narración se inicia con Apolodoro, que en una conversación con un amigo rememora una historia que el amigo supone reciente. Este diálogo no tiene la estructura socrática de preguntas y respuestas sino que cada personaje interviene para exponer sus ideas sobre Eros. El Fedro, es de la penúltima fase de la obra de Platón, y fue escrito en el año 370 a. C. Platón utiliza el mito del carro alado  para descubrir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento. Consiste en que el alma está formada por un caballo blanco (tendencias positivas, bueno, hermoso), que se localiza en el pecho; otro negro (tendencias negativas, malo, feo), que se encuentra en el vientre y por último el esclavo (la parte racional), que se encuentra en la cabeza. 4.3. Platón ha sido uno de los filósofos más importantes dentro de la historia de la filosofía. Platón fue influenciado por Heráclito de Éfeso, Pármenides de Elea, los Sofistas y Sócrates. La filosofía de Heráclito y Parménides están también presentes en Platón. La teoría de las ideas es un intento de conciliar las ideas básicas de estos filósofos presocráticos en torno a qué es lo que caracteriza la realidad, el ser. Heráclito sostiene que lo que define la realidad es su dinamismo, su devenir , su constante cambio y evolución: "Todo fluye". Platón rechaza esa visión dinámica de la realidad propuesta por Heráclito, porque considera que si no hay algo permanente-esencial e inmutable- será imposible llegar a conocer cosa alguna, pues el objeto de conocimiento estará variando constantemente. Asimismo, cuestiona a Parménides porque no explica la pluralidad, propia del mundo físico, al plantear que el ser es inmutable, estático y único. Platón resuelve esta controversia defendiendo la existencia de una doble realidad: el mundo sensible, captado por los sentidos, y el mundo inteligible, sólo accesible a la razón. Este dualismo ontológico lo lleva aceptar el dualismo epistemológico ya planteado por Parménides: los sentidos nos conducen a la "vía de la opinión"; la razón, al "camino de la verdad". Platón acepta de Heráclito la tesis del devenir como elemento esencial que define la realidad pero lo aplica a la caracterización del mundo de las apariencias; También extrae la conclusión de que es imposible conseguir un conocimiento verdadero y cierto de aquello que cambia. El mundo sensible o de las apariencias, es un mundo múltiple y cambiante y el único conocimiento que nos aporta es el de la opinión. Por otro lado, Parménides afirma que la realidad es estática- siempre hay algo que permanece-, es única, por lo que solo es posible explicar el ser de las cosas, su verdadera realidad. De él Platón recoge la definición del Ser como lo perfecto, eterno e inmutable, lo cual utilizará para caracterizar el mundo de las ideas y más particularmente la idea de Bien. A la vez que asume la división de Parménides en vía del ser, el ser es, que nos conducirá al verdadero conocimiento (episteme) y vía de la opinión, el no ser no es, lo cual identificará con el conocimiento sensible propio del mundo de las apariencias; mundo del no-ser, del cambio (doxa). En cuanto a los sofistas Platón no estaba de acuerdo con el relativismo que proponían. Según los sofistas, entre ellos Gorgias, conocer la verdad es imposible, y de conocerla, no podríamos expresarla con palabras- Desde este razonamiento, todos los valores absolutos en los que creía Platón eran tan sólo opiniones. Otro célebre sofista es Protágoras, quién afirma: el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto que no son. Lo cual nos conduce a la afirmación relativista del todo vale, ya que es el hombre quien propone las leyes, las normas, los valores, y éstos cambian en virtud de los acuerdos a los que van llegando, establecidos no para siempre sino mientras estos mismos hombres les den valor. Platón y Sócrates, no los aceptan porque imposibilita las definiciones universales y leyes éticas para la toda la sociedad. De Sócrates heredó la idea de que para alcanzar el conocimiento se utiliza la Dialéctica. Un diálogo que a través de preguntas y respuestas va incorporando la ironía y la mayéutica, para superar el nivel de opinión (doxa), y alcanzar un conocimiento más objetivo, la ciencia (episteme). También se vio influenciado en otras de sus teorías como en la concepción de la educación y en la búsqueda de las definiciones esenciales Algunas influencias destacadas posteriores son: Aristóteles, discípulo de Platón, criticó la teoría de las Ideas al rechazar que haya realidades trascendentes e independientes del mundo físico, mantuvo, con su maestro, que junto a las realidades individuales existen las entidades universales (esencias o formas), pero no situadas fuera de las cosas de este mundo sino en lo individual: la idea de caballo no está fuera del caballo, en otro mundo ideal, sino que pertenece al caballo mismo y constituye su forma. El acceso a dichas entidades universales es a lo que se debe referir la ciencia. Con lo que respecta a Plotino creó una nueva doctrina que tomaba algunos elementos del platonismo (fundamentalmente su idealismo) y los mezclaba con doctrinas orientales. Plotino generó así una doctrina semireligiosa centrada en la purificación y salvación del alma, que se entendía como paulatina separación de esta respecto a la materia. El dualismo antropológico de San Agustín recuerda al de Platón; también creyó en la existencia de entidades universales (para este autor situadas en la mente de Dios), y rechazó una concepción científica del conocimiento, aunque sustituyendo la reminiscencia por la iluminación divina. Dios ilumina nuestra alma. La división de lo real en Ciudad de Dios y Ciudad terrena nos remite a la que hiciera Platon entre mundo de las Ideas y de las Apariencias. La teoría de Nietzsche se opondrá a estos dos grandes filósofos (tanto a Sócrates como a Platón) por considerarlos responsables de los fatales errores que conducirán, casi desde sus inicios, a la decadencia de la cultura occidental: la invención de un Mundo Absoluto, Inmutable, Eterno, Verdadero, Racional, Bueno y Objetivo, mundo en el que habitará también el Dios y lo trascendente de lo que nos habla el Cristianismo, nos han conducido al nihilismo y la decadencia de Occidente; La moral “de esclavos” debe ser superada por una moral de “señores”. Respecto a la situación histórica de Grecia (428a.C - 347a.C), Platón vivió en la época del declive de su ciudad natal Atenas y en una sociedad dividida en aristocracia, pueblo y esclavos. Consciente de esta decadencia culpa de ella a los excesos demagógicos de la democracia. Por ello, su pensamiento va a tener como objetivo la propuesta de un sistema político en el que no quepa la corrupción. Este sistema será la Monarquía del Filósofo-Rey. Su utopía política se basa en el concepto de educación para vencer los intereses particulares. Para él los gobernantes deber ser los mejores, ya que Platón es seguidor del intelectualismo moral socrático: “Los sabios son los buenos”, es decir, quien conoce el bien querrá hacer el bien general. Estas perspectiva es revolucionaria hasta entonces se entendía que los mejores, los aristócratas, debían sus privilegios a su origen familiar, en cambio, Platón propone que la función social depende de la formación del hombre. La preocupación política de Platón, se debe a una nueva concepción de la ciudad (polis) espacio de amistad, justicia… donde todos los ciudadanos tienen los mismos derechos e intereses común.

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