viernes, 6 de noviembre de 2015

El mito de la caverna

PRIMER FRAGMENTO: Este fragmento pertenece a la obra de Platón, La República, donde aparece el famoso mito de la caverna cuyo tema principal es la ausencia de educación con respecto a la Idea de Bien. En el distingue dos mundos: el sensible, es decir, el de las apariencias, que percibimos por los sentidos y el mundo de las ideas, el verdadero, solo alcanzable mediante la razón. En el texto contemplamos la escena en la que aparecen unos prisioneros atados por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y seguidamente, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared. Los prisioneros toman estas sombras proyectadas como una verdadera realidad. Vemos pues dos mundos, la caverna representaría el mundo de las Apariencias; los prisioneros atados son los seres humanos en estado de ignorancia y las sombras proyectadas que simbolizan los prejuicios son el mundo sensible. También está el mundo de las Ideas que es el inteligible, es el mundo exterior al que accede el prisionero cuando pierde las cadenas y sale de la caverna El fuego representaría una luz de esperanza en el sentido de que estas personas pueden abandonar su ignorancia y ascender – por medio del diálogo dialéctico- por la escarpada subida hasta alcanzar el mundo externo, que representa la auténtica realidad Si analizamos esta escena, vemos que lo que perciben y toman como verdad no son más que un cúmulo de ideas y prejuicios presentes en la opinión pública en la sociedad actual así como en la de Platón. SEGUNDO FRAGMENTO El tema principal de este fragmento es el ascenso gradual al conocimiento de la idea de bien. Platón nos cuenta cómo uno de los prisioneros es desatado, obligado a darse la vuelta y mirar hacia la luz del sol, camino que ha de seguir para ser curado de su ignorancia. A este hombre, Platón lo compara con un filósofo. Sería ahora cuando hallándose más cerca de la realidad goza de una visión más verdadera, pues el hombre estaría experimentando el paso del nivel de conocimiento desde la imaginación a la creencia. Se afirma aquí el optimismo epistemológico platónico, pues el acercamiento hacia la realidad y al verdadero conocimiento es posible. También se expresa en el texto que el camino y la salida de la caverna irían siendo más dolorosos a causa de las chiribitas que le afectarían a la vista, puesto que ha pasado de la total oscuridad a la luz del día. Pero necesitaría acostumbrarse a ella . Es en este momento cuando el hombre llega al tercer nivel de conocimiento, la contemplación de las estrellas y los astros, que representarían los objetos matemáticos, así hasta llegar a la contemplación del sol, que representaría la idea de bien, último nivel de conocimiento. La idea de bien gobierna el mundo de las ideas, es causa y origen a su vez de todo cuanto existe, al igual que en el mundo de las apariencias, lo hace el sol. Solo cuando el hombre llega a la idea del Bien podrá alcanzar el conocimiento y por tanto incorporar a la acción los actos buenos. TERCER FRAGMENTO: El tema es la transformación de un ignorante a filósofo y el retorno a las sombras. El hombre que vuelve a la caverna siendo un filósofo comunica a los que permanecen en ella la verdad del bien. El prisionero sale de la caverna siendo un ignorante que no sabe nada de la vida, que no conoce el bien, solo conoce sombras, no conoce los dos mundos, el está en la ignorancia más completa y sale al exterior para darse cuenta de cómo es el mundo en realidad y ver que las ideas que él tiene son muy diferentes a las que tiene el resto de la población. La consecuencia de salir al exterior es que toma conciencia de que sus ideas eran erróneas porque él ha vivido siempre entre sombras (eikasia o falso conocimiento), es decir, ha vivido siempre en una falsa realidad, el cambio o proceso de purificación del alma conlleva una modificación doble, el cambio es tanto antropológico (cambia y progresa su alma) como epistemológico, el prisionero ha atravesado los 4 grados de conocimiento, pasando por la conjetura, la creencia la ciencia matemática y la interiorización del bien, (intuición intelectual). Cuando retorna a la caverna vuelve siendo un filósofo y se da cuenta de que siempre ha vivido engañado y aprende a vivir y a pensar por sí mismo, sin dejarse influenciar por los demás siendo una persona autónoma y con un pensamiento propio, a diferencia del que tenía antes en la caverna, que estaba influenciado por la poca sabiduría que tenía al ser un prisionero y vivir entre tinieblas. Su retorno es una consecuencia de su evolución moral. Siente la necesidad de volver y compartir, sin embargo, los otros lo rechazan, lo consideran torpe, y si pudieran lo matarían. No están por la labor de emprender ese camino, prefieren permanecer en la doxa. Tan sólo unos pocos se decidirán a iniciar esa aventura. NOCIONES: Los Prisioneros y las sombras: En la obra La República, en concreto el mito de la caverna, Platón presenta unos prisioneros, habitantes desde niños en el interior de la caverna, atados de pies y cuello de forma que no pueden moverse, girar la cabeza ni verse a sí mismos o ver a sus compañeros, ya que solo pueden mirar hacia delante. El prisionero representaría que nuestra conciencia no es libre, no es dueña de la realidad y está sumida en la ignorancia. Además el prisionero es la metáfora que utiliza Platón para referirse al alma encerrada en el cuerpo, ésta no es libre para pensar y tampoco se cuestiona el por qué de las cosas, influida por la realidad que le hacen creer. Platón considera que el alma, de naturaleza inmaterial, es afín al mundo inteligible, pero su incapacidad para controlar sus pasiones, y su débil voluntad hacen que su parte racional pierda el control y el alma se precipite al mundo sensible ocupando un cuerpo en el que está encerrada como un prisionero en una cárcel. Esto simboliza que nuestra conciencia ha sido atrapada por los prejuicios, la opinión pública, la manera de pensar habitual…en definitiva se corresponde con la idea de que en el mundo sensible, nuestra conciencia no es libre, sino que la libertad hay que ganarla; Tenemos que esforzarnos por emanciparnos de nuestros mitos y prejuicios. Para esto Platón nos propone el ejercicio del diálogo socrático, en su ascenso dialéctico hacia el conocimiento de la idea de bien. No podemos entender al prisionero sin las sombras, por Sombras, entendemos las imágenes que no muestran la realidad verdadera de las cosas, sino una realidad aparente: reflejo o copia de las “ideas”. En el relato, aparecen en dos escenarios distintos, el primero es en el interior de la caverna. Allí los prisioneros encadenados desde niños solo pueden ver las sombras que se proyectan sobre la pared de fondo de la caverna: sombras de ellos mismos y sombras de objetos artificiales que otras personas transportan detrás de ellos, pero que los prisioneros no pueden ver. Representan en la filosofía platónica las sombras del mundo sensible, el nivel mas bajo de realidad, y constituyen el objeto de nivel mas bajo de opinión: las conjeturas. Por ejemplo: la sombra del jarrón no me permite ver el material del que esta hecho, ni su color; Otros ejemplos de sombras: “Felipe es tonto”; El segundo escenario donde aparecen sombras es en el exterior de la caverna. Se habla de las sombras de los objetos naturales que hay en el exterior de la caverna, aquello que los prisioneros pueden ver cuando pasan de la oscuridad del interior de la caverna a la luminosidad del exterior. Representan los objetos matemáticos del mundo inteligible, primer nivel dentro de la episteme, si bien en el mundo cotidiano encontramos tan solo la ‘’copia’’ de las ideas matemáticas. El mundo de arriba y el Sol:El mundo de arriba, representa desde el punto de vista ontológico, el mundo de las ideas, y desde el punto de vista epistemológico, el verdadero conocimiento. La salida de la caverna representa desde el punto de vista antropológico la liberación de ese alma sometida al cuerpo y desde el pedagógico la educación de la persona. El ascenso del prisionero por la áspera y escarpada subida y su posterior adaptación a la luz en el exterior hasta ver el sol directamente, representan las dificultades del proceso educativo, que identificamos como niveles de conocimiento ( eikasia, pistis, dianoia, noesis). La dialéctica y el amor son dos medios de ascender al mundo de las Ideas. Las matemáticas son un preludio en el proceso de conocimiento necesario para que la persona pueda conocer la idea de BIEN, si no supera la dianoia no puede llegar a la noesis. La Idea de Bien aparece en la cúspide de las Ideas y se llega a ella a través de un proceso de ascensión dialéctica, culminada con la noesis. Es la Idea suprema, genera y da unidad a las “ideas” en el mundo inteligible. No podemos entender el mundo de arriba sin el Sol. Por Sol entendemos la representación de la Idea de Bien en el mundo sensible, cúspide y generador de vida de todas las cosas en el mundo de las apariencias. No tenemos capacidad para comprender la Idea de Bien si previamente no hemos adquirido los conocimientos graduados de la fase anterior. Para salir de la caverna y llegar a contemplar el Sol, el prisionero tiene que pasar por un periodo de aprendizaje, que comprendería toda la vida. Éste aprendizaje será obligado y doloroso. Primeramente, el prisionero que sube la pendiente, antes veía sombras, (eikasia), luego discernirá ya los objetos mismos,(pistis) fuera de la caverna aprenderá a mirar las estrellas en la noche (dianoia) y así hasta poder mirar directamente el Sol, (noesis) descubriendo de este modo el "mundo real". A partir de ahí se compadecería de sus compañeros (intelectualismo moral socrático= el que conoce el bien, hace el bien) y regresaría para mostrarles su descubrimiento, porque ellos viven "engañados", sin conocer la “Realidad”. El retorno a la caverna y las tinieblas El retorno a la caverna y las tinieblas tiene un significado alegórico. El filósofo tiene que desandar el camino, recorrer de nuevo la pendiente, que ésta vez le lleva de regreso a la ignorancia y al desconocimiento del bien. Proceso de descenso hacia la Doxa, que viene representado en las tinieblas. El retorno a la caverna representa la obligación moral (dolorosa) del filósofo (= prisionero liberado) de curar a los prisioneros de su ignorancia. Las tinieblas representan una existencia en la que solo se concede valor a la opinión y el conocimiento sensible. Una vez que el prisionero ha contemplado el mundo exterior debe regresar al interior de la caverna para transmitir a los demás el conocimiento de la verdadera realidad. Porque en el fondo lo que Platón quiere comunicar es la importancia de utilizar esos conocimientos para organizar la ciudad. Aquí encontramos una idea clave de la República: los filósofos son los que deben gobernar la ciudad ya que son los únicos que utilizan la razón debido a la interiorización de la idea del bien y la justicia, (Intelectualismo moral de Sócrates). Esto les permitirá constituir un gobierno bueno y justo. La Dialéctica es el método que requiere para captar las ideas, ya que, a diferencia de la retórica sofística, tiene como objetivo llegar a la verdad. Es un camino doble: en primer lugar hay que rechazar lo sensible para aprender lo inteligible (camino ascendente) y en segundo lugar, un camino descendente por el que partiendo esta vez de la noesis, ( camino directo e inmediato por el que se accede al conocimiento de las ideas) tiene que “desaprender” hasta llegar a la eikasia ( grado de mayor ignorancia), pasando por la dianoia ( el conocimiento obtenido mediante causas y principios.) y la pistis (conocimiento sensible). Aunque una vez captada la auténtica realidad a uno no le agrada regresar a la oscuridad. Sin embargo, es la obligación moral del sabio, de nada le sirve conocer si no puede trasmitir a los demás ese conocimiento. Platón pinta de manera negativa ese retorno. El filósofo, acostumbrado a la luz del mundo exterior, no es capaz de reconocer los objetos entre las tinieblas, se muestra torpe, y se ríen de él. Cuando el filósofo intenta ayudarles y reconducirles hacia el bien no solo no lo entienden sino que ademas lo rechazan, lo que comunica le parecen disparates al estar cegados por su ignorancia, les molesta y si pudieran lo matarían. TEMAS: TEMA 1: LA TEORÍA DE LAS IDEAS La teoría de las Ideas constituye el centro del pensamiento platónico, hasta el punto de que si no tenemos esta teoría, la filosofía de Platón se desvanece. Dicha teoría consiste en aceptar la existencia de dos mundos: el Mundo de las Apariencias, donde todo es una imitación o copia y, el Mundo de las Ideas, mundo donde habitan las ideas y donde se encuentran éstas en un estado total de perfección. Las ideas, material constitutivo del mundo de las ideas son la esencia real de éste mundo inmaterial. Siendo el Bien, su cima, la causa de todas las demás ideas. Entre estos dos mundos, Platón establece un vínculo relacional de imitación, y participación. Todo lo del mundo sensible participa del inteligible. Todas las cosas del mundo de las apariencias son un reflejo o copia de las ideas del mundo de las ideas. Las ideas, a su vez, están ordenadas de las menos a las más generales, siendo la principal la idea del Bien, que es la causa y la esencia común de todos las demás, es decir, el principio que las une, y por lo tanto, el bien es la causa y esencia de todas las cosas del mundo de las ideas y de toda realidad. Así como en el mundo de las apariencias sucede con el sol, siendo éste la causa de todo lo que existe. Con respecto al hombre, Platón piensa que posee dos facultades de conocimiento. Mediante los sentidos conoce el mundo físico y mediante la razón conoce las ideas. En el núcleo de estos niveles de conocimiento se halla el nivel superior presidido por la dialéctica que es la encargada de comprobar la validez de los principios de las ciencias inferiores. La ciencia (episteme) es un conocimiento racional y habla sobre lo que es real, universal, necesario e inmutable: las ideas. Esta dialéctica en la búsqueda de las verdades cada vez más universales, llega a la única verdad suprema, el Bien que sería una fuerza que elevaría el alma de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al auténtico conocimiento. Camino de ascenso dialéctico que se ve muy bien representado en el mito en la figura de la pendiente escarpada que hay que subir, para finalizar en la contemplación de la Idea de Bien. Toda esta teoría la pone Platón de manifiesto en el Mito de la Caverna, en el cual se aprecia la evolución del hombre desde la más profunda ignorancia, (Doxa) hasta el alcance de la idea más suprema, el bien, mediante la filosofía y la razón (episteme) TEMA 2: La Teoría de la educación Platón se plantea el interrogante de cómo está constituida el alma de las personas, y llega a la conclusión de que el alma está compuesta de tres tendencias o partes: alma apetitiva, alma irascible, y alma racional. Cada persona desarrollará por naturaleza alguna de estas disposiciones en mayor medida que otras. Lo cual Platón relaciona con su teoría política sobre cómo debe estar organizado el Estado; éste debe cumplir tres funciones: proveer a sus ciudadanos, defenderlos y gobernarlos. De este modo la teoría de la educación y la teoría política encajan perfectamente. Cada clase social debe dedicarse a la función que le es propia bajo el dictamen de la moderación, el valor y la prudencia. ¿Y cómo se erige esa clase social?: pues bien, Platón nos dice que cada persona debería dedicarse a desempeñar la labor que le es más propia en virtud del tipo de alma que domine en su ser. El Estado justo será aquel en el que cada cual cumpla su función. Resumiendo, para Platón el Estado ideal, y por tanto el más justo, sería aquél en el que cada uno hace lo que mejor sabe hacer para el bienestar del colectivo. Alma racional= gobernante (filósofo) ……………………………..prudencia Alma irascible= defensa, (soldados) ……………………………. fortaleza Alma apetitiva= servicios como artesanía, agricultura etc. ……….templanza El mito de la caverna responde a la pregunta de quién debe ser el gobernante, pues Platón propone su idea de que lo que caracteriza al gobernante es que ha salido del mundo de la caverna y, por medio de su razón es capaz de conocer la idea de bien a través de un proceso educativo largo y difícil. Platón explica el proceso de educación mediante la dialéctica, donde el filósofo, tras dialogar, va conociendo lo inmutable frente a lo cambiante, lo único frente a lo múltiple y lo ideal frente a lo sensible. Así descubre la esencia de las cosas (la idea de ellas). La dialéctica se adquiere mediante un proceso gradual de preguntas y respuestas, de afirmaciones. (ironía y mayéutica socráticas). Para este conocimiento el amante del saber tiene que pasar por cuatro fases: eikasía (conoce las imágenes de cosas sensibles), pistis (conoce las cosas sensibles en sí mismas), dianoia (conoce los objetos matemáticos) y noesis (conoce las ideas). En el mito de la caverna observamos esta gradualidad, pues el prisionero liberado tiene que ver primero los reflejos de esos objetos en la pared, (conjeturas) los objetos sensibles que proyectan las sombras, (creencias), las estrellas del exterior (conocimiento matemático) y finalmente se acostumbra a la luz de los objetos mismos (las ideas). Lo último el sabio consigue captar es aquello que da origen a todo y que permite que todo sea conocido, es decir, el Bien. Platón explica la posibilidad de llevar a cabo este proceso de conocimiento de las ideas mediante su teoría de la anámnesis, porque el sujeto lo que hace no es más que recordar las ideas adquiridas en el origen, cuando su alma pura habitaba el mundo de las ideas. Según él, el alma inmortal vivía antes de nacer, en el mundo de las Ideas, con el perfecto conocimiento de todas ellas. Perdida su pureza, el alma nace en un cuerpo, corrompida por el cuerpo, olvida las ideas, distraída por las cosas del mundo sensible. El objetivo de la educación es conseguir que el alma recuerde lo que lleva dentro, pues posee las ideas de forma innata, por eso el cuerpo, cárcel del alma, tendrá que superar los obstáculos del camino para que su alma purificada retorne adónde pertenece, el mundo de las ideas.

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